lunes, 7 de diciembre de 2015

La gran mentira del cine Fantasio

El cine Fantasio, ubicado en la calle Pagés del Corro, en Triana, era un edificio de tres plantas que pertenecía a la misma empresa que poseía el cine Emperador, también ubicado en Sevilla. Perteneciendo a la misma compañía que uno de los cines de éxito en Sevilla, no era de extrañar que iba a estar en boca de todos, y más teniendo en cuenta su favorable ubicación.
No obstante, y aunque fue muy conocido por las calles de Sevilla, no fue precisamente por sus servicios o sus películas, sino por los innumerables misterios que lo rodeaban... o los que los rumores afirmaban que había.

De un día para otro, la gente empezó a comentar que en el interior del cine se daban fenómenos paranormales de todo tipo, desde psicofonías hasta poltergeists, pasando por sonidos producidos por cadenas.
Se decía que había estado deshabitado tanto tiempo antes de ser un cine debido a la presencia de esos fantasmas, que se llegaron a convertir en alguna clase de atracción: la gente era atraída a aquel cine, no para disfrutar de una película, sino para comprobar si eran ciertos los rumores. Se hablaba también de figuras luminiscentes, de voces... pero nunca resultó ser cierto.
Edificio del Cine Fantasio en la actualidad: un hotel.- A.M,M,
Se llegó a rumorear, incluso, que aquel edificio fue construido sobre un cementerio, sobre un punto de fusilamiento, o que un vecino murió en aquel lugar.
El incendio de la marquesina del cine en los noventa no hizo sino hacer crecer la fuerza de dichos rumores, siendo incluso cubierto por Antena 3 y siendo catalogado como suceso paranormal por la propia cadena.
Pero todo esto no fue más que un elaborado bulo que comenzó premeditadamente: el dueño del terreno prometió a alguien un piso, y al subir el valor de dicho terreno, negó la venta. El inicial comprador, resentido, se encargó de difundir en un bar cercano el rumor de que en aquel cine había fantasmas, con la intención de que nadie accediese a comprar el establecimiento.
Por supuesto, todo lo que la gente creía ver al ir al cine con la intención expresa de escuchar o ver cosas, no era más que simple sugestión. La mayoría de ruidos provenían de la propia arquitectura del edificio, y los expertos que investigaron el lugar (entre ellos, el ya anteriormente nombrado Jose Manuel García Bautista) coincidieron en que allí no había nada más que sugestión causada por la fuerza de los rumores, que pasaron de boca en boca hasta recorrer prácticamente toda Sevilla: no había nadie que no estuviese enterado de los supuestos sucesos que acontecían en aquel lugar.
Pero, como ya se ha mencionado, todo esto no fue más que un elaborado bulo que no impidió al edificio albergar un cine, un supermercado y actualmente, un apartahotel de la compañía Pierre et Vacances con excelentes críticas.


En el programa Luna Llena, se habló del caso y de su naturaleza fraudulenta, como se puede ver a continuación.


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