sábado, 23 de enero de 2016

Mitos, curiosidades y misterios esperando en la ciudad

La compañía de gestión y difusión cultural Molarte trae consigo un catálogo de tours centrados en la judería sevillana y en misterios de la ciudad. Tiene muchas rutas para elegir, desde excursiones hasta guías de dos horas y media.


En la ruta de Almas de Sevilla I se hizo un recorrido por zonas de Sevilla ya vistas en la ruta de Naturanda Sevilla Paranormal, pero también se habló de leyendas y hechos curiosos que tienen varias versiones, aunque solo con una de ellas siendo auténtica.


Y bajo la promesa de que el grupo no se iría sin aprender algo nuevo, el tour dio comienzo.





Aunque el grupo se reunió con el guía en la plaza Virgen de los Reyes, la ruta como tal dio comienzo delante de la casa del pintor Murillo, actualmente perteneciente a la Junta de Andalucía. Lo relatado allí fue la anécdota de cómo el pintor trató de evitar bodas y celebraciones en general porque una gitana le leyó la mano, y predijo que perdería la vida en un casamiento. A pesar de la advertencia, Murillo no esquivó la muerte, y se cayó de un andamio mientras pintaba el retablo del Convento de los Capuchinos de Cádiz. Siendo terminado por sus alumnos, ese retablo mostraba la escena de un desposorio, guardando estrecha relación con aquella predicción.

Casa Murillo - A.M.M.


A continuación, el grupo fue conducido a la casa de Barrabás, mencionada anteriormente en la ruta de Sevilla Encantada, también del grupo Naturanda. Sin embargo, aunque el guía relató los mismos hechos mencionados en la otra ruta, añadió un dato más: la casa original de Barrabás había sido dividida, y una de las dependencias pertenece actualmente a dos hermanos que solo van a la vivienda una vez al año, o eso se cree.


Más tarde, en la Plaza de Santa Cruz, el guía apuntó a la estatua en conmemoración al personaje Juan Tenorio y explicó brevemente la vida de Miguel de Mañara, el hombre en el que se inspiró José Zorrilla para crear a su personaje.
Miguel de Mañara fue un hombre que durante su juventud se dedicaba a salir de fiesta innumerables noches y a beber alcohol, armando numerosos escándalos por la ciudad. Sin embargo, eso cambió un buen día: aunque la historia más contada es que vio un ataúd abierto y el cadáver en su interior era él mismo, la más verídica es que se casó con una mujer de la que se enamoró profundamente, abandonando su vida anterior. Sin embargo, su esposa murió, y considerándolo un castigo, se internó en el convento de los hermanos de la Caridad para expurgar sus pecados pasados.
Después de convertirse en Hermano Mayor de la orden, dejó un escrito con la tradición que debían seguir los hermanos a la hora de enterrar a uno de los suyos: con una caja de madera pintada de negro, siete hermanos vestidos de negro con capuchas salían a las seis de la mañana para recoger y amortajar el cadáver, que luego metían en la caja y enterraban en el cementerio de San Fernando, acompañados del repicar de una campana. De hecho, esta tradición de los hermanos de la Caridad sigue haciéndose en la actualidad.


Después de la Plaza de Santa Cruz, el grupo se dirigió al triángulo que conformaban el instituto británico, la Casa Fabiola y la antigua facultad. Lo que se relató en el instituto británico fue lo mismo relatado en el tour de Sevilla Encantada acerca del fantasma femenino que se aparecía por las escaleras, y que dejó de aparecer cuando se encontraron sus huesos. La antigua facultad guardaba el relato de unos guardias de seguridad que escucharon pasos que correteaban por varias estancias en la última planta, y huellas de pies desnudos en el polvo. Por su parte, la casa Fabiola era conocida por que solo tres días al año se escuchaban unos pasos lentos seguidos de un sonido parecido al de algo arrastrándose.


Las últimas tres localizaciones fueron los Almacenes Vilima, el restaurante Viandas, el teatro Lope de Vega y la facultad de Bellas Artes, ya vistos en el tour de Sevilla Paranormal, sin aportar datos nuevos a esas historias.


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